MAESTRÍA
DISEÑO COMUNICACIONAL
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El pasaje de lo verbal a lo visual

"Topografía y tipografía: las cosas y las palabras" fue la ponencia de Enrique Longinotti presentada en el último Festival Internacional de la Imagen 2013, realizado Manizales. Allí, se explicaron algunos aspectos sobre la incidencia que la tipografía tiene en el campo cultural. A continuación, un repaso de los puntos más importantes.

Publicado en diCom 2013 | Publicación original XII Festival de la Imagen de Manizales, Colombia, abril 2013

El enigmático universo tipográfico ha inquietado por cientos de años a la humanidad. La relación que existe entre el hombre y los textos que produce para relatar su existencia, se consolida hoy como un atractivo hecho cultural que permite inspeccionar, en buena medida, nuestro papel como sujetos históricos y sociales. Un recorrido gráfico y visual, instalado en la historia del texto diseñado, es la propuesta de Enrique Longinotti que pretende abordar este excepcional vínculo y establecer, tal vez de manera emprendedora, algunas ideas que evidencien la genuina representación del texto en las diversas épocas que nuestro mundo ha padecido.

En su ponencia Topografía y tipografía: las cosas y las palabras, enseñada en la versión número doce de Festival Internacional de la Imagen 2013, Longinotti canaliza a través de dos binomios, una llamativa conclusión propia de la vertiginosidad de nuestros tiempos: “Debemos entender y percibir el texto como un territorio. Si lo textual es un territorio, admitiremos entonces muchos mapas”. La tipografía ha moldeado nuestros anales y memorias, es decir, los textos impresos con letras, números y símbolos han sido claramente el método que ha materializado exitosamente la inteligencia, el razonamiento y las pretensiones de los seres humanos. Vincular una formal y puntual práctica como la topografía (disciplina que busca representar gráficamente el relieve de los territorios), con otra mucho más dinámica y activa como la tipografía (disciplina que estudia la emisión grafica de mensajes verbales), es evidentemente un reto ambicioso de premisas atrayentes, enmarcado en la experimentación de vivencias más interpretativas y actualizadas del diseño de los textos.

La biblioteca de Babel, cuento profético de Jorge Luis Borges, arroja algunos vestigios que invitan a reflexionar de manera distinta la textualidad y sus aristas más imponentes. Para este escritor argentino del siglo XX, asumir la literatura universal como un «batido» y entender que todas las obras del mundo se podrían escribir aleatoriamente mezclando sus símbolos, es la perfecta idea de una textualidad basada en la construcción de coordenadas más complejas y globales. Para él, la intertextualidad y la transtextualidad son la verdadera esencia de la palabra escrita; relacionar unos textos con otros y recoger la historia de diferentes autores para crear una nueva, son sin duda sugerentes rutas de creación de nuevos mapas más dimensionados. Saltar de lo verbal a lo visual (amplitud global) es finalmente un corolario Borgeano.

¿Cómo funciona la escritura y la lectura?

“Para poder leer, yo tengo que realizar una práctica gráfica tan importante y compleja como la que hace el que produce las palabras”. Esta es la idea que persigue el profesor Longinotti en su intento por explorar la relación entre escritor y lector. Una manifestación clara son las antiguas inscripciones griegas y las escrituras jeroglíficas, códigos que debían ser descifrados a través de un micro lectura de totalidad: entender las partes para después interpretar la integridad del texto.

Existen también otros prototipos históricos como la criptografía, que consolidan una estructura comunicativa más compleja e individual, en donde sólo unos pocos pueden decodificar verdaderamente el mensaje. Esto claramente también es comunicación. “Estamos tan acostumbrados a que la comunicación sea algo que todos tienen que entender, que nos cuesta entender, que para cierta dimensión cultural, la comunicación consiste en que nadie puede entender algo, que sólo unos pocos decodifiquen el mensaje. Eso es la criptografía”. Es decir, son distintas maneras en las que se puede construir la textualidad de la lectura. Aquellas antiguas prácticas pueden generar posiciones de extrañamiento con respecto a la forma en la que se elaboran los textos hoy, pero evaluarlos y rediseñarlos no sería un ejercicio descabellado. Por ejemplo, Viaje al centro de la tierra de Julio Verne, tiene algunos fragmentos criptográficos con códices verticales y horizontales. Este es un arquetipo de lectura que se aproxima a un modelo más exigente, no tan sencillo y elemental de abordar. No es una linealidad rutinaria.

¿Qué habría sucedido culturalmente, si alguna escritura de este tipo hubiese triunfado? ¿Cómo sería nuestra manera de leer y escribir? ¿Cómo serían nuestros libros y computadores?, se pregunta Enrique Longinotti en un intento por entrelazar la llamada posmodernidad con la antigüedad

Un texto que es su propio mapa

La Divina Comedia de Dante Alighieri relata el tránsito de una extensa geografía mítica. Es un viaje que se convierte en mapa y es evidentemente la ruta de acceso al infierno, purgatorio y paraíso. “Hay algo que está en el texto escrito que no es el texto escrito. Es una información visualizable que necesita ser mapeada, necesita volverse tipográfica y topográfica. Necesita volverse en sí misma un mapa.” “Nos equivocamos cuando pensamos que la edición de texto es simplemente poner una palabra detrás de otra. En realidad, lo importante es que en un texto cualquier lector pueda visualizar los criterios, códigos y lo simbólico que está inscrito ahí, que permite que se pueda extraer o no esa información”.

Dar el paso de una simple cadena verbal a un estado mucho más visual y al mismo tiempo integral, es quizá el reto más atrayente que se desprende de la topografía y tipografía de los textos. La forma en la que se enfrenta el texto y la manera en que el escritor disponga de los elementos propios de un relato, dibujan un mapa especial y único que debe alimentarse de otros tantos para no quedar en una simple evocación.