Durante los años posteriores a la implantación de la prensa rotativa de rodillos (1869), en la Printing House Square se dedicaban al estudio del aprovechamiento de las máquinas de composición. En Inglaterra, Karl Kastenbein proyectó un sistema de composición mecánica consistente en una máquina de composición equipada con un teclado que permitía la composición tipográfica a partir de depósitos de caracteres rellenados previamente a mano con tipos metálicos. Es muy probable que ya desde 1875 la imprenta de The Times compusiera su periódico con tipos nuevos cada una con la ayuda de un aparato de fundición diseñado por Frederick Wick. Hasta 1890 fue el único diario que operó con un sistema de composición mecánica. Más adelante se perfeccionaría aún más el sistema Kastenbein/Wick de composición y fundición empleado hasta 1908.
De entre los más de veinte diseños de máquinas de composición esbozados durante el siglo XIX y en algunos casos desechados, hacía finales de siglo surgieron los procedimientos de fundición de caracteres individuales y de líneas, como los famosos prototipos de Linotype en 1884 y de Monotype en 1897 (figura 1). El prestigio de estas dos empresas no solo fue resultado de la expansión mundial de sus sistemas de composición altamente fiables, sino también de su compromiso con el campo del diseño de caracteres y con la tipografía. Tanto Linotype como Monotype marcaron la pauta en la producción de nuevos caracteres de texto notables en el ámbito de la composición de periódicos.
En 1909 se instalaron las primeras máquinas de composición Monotype en la imprenta de The Times. Con este motivo, la casa Monotype encargó la talla de un nuevo tipo (figura 2), cuya única novedad radicó en que sus caracteres habían sido confeccionados expresamente para esta renovación de la técnica de composición. De imagen harto tradicional, tenía su origen también en las formas de la didona de William Miller de principios del siglo XIX. Este tipo se mantuvo en uso en The Times sin modificaciones durante las dos siguientes décadas.
Con todo, esta situación dio un giro el 29 de octubre de 1929, cuando la redacción de The Times publicó un suplemento especial dedicado a la tipografía (figura 3). Esta edición especial contenía un articulo de Stanley Morison titulado “Newspaper Types: A Study of The Times” (Tipos de periódico: estudio de The Times). El articulo presentaba una visión critica de The Times y argüía que desde la publicación de un suplemento de tipografía similar en 1912, el periódico no solo se había estancado, sino que tampoco había aportado ninguna propuesta de transformación tipográfica resultante de su experiencia en el campo de la tipografía periodística de los últimos dos siglos. Además, Stanley Morison consideraba que, frente a la habitual tipografía de los libros coetánea, la tipografía de los periódicos, incluido The Times, quedaba relegada a una posición del todo insatisfactoria.
La reacción de la dirección de The Times a estas declaraciones criticas no se hizo esperar. AI poco tiempo se le brindó a Morison la oportunidad de exponer su visión enérgica ante un grupo de directivos, donde expresó su opinión de que resultaba imperativo diseñar una nueva tipografía para The Times. Tras encomendársele sin demora la ejecución de un estudio previo sobre el tema, Stanley Morison describió en un memorándum pormenorizado y salpicado de gran numero de ilustraciones (figura 4) todos los aspectos que habían de tenerse en cuenta a la hora de proyectar una nueva tipografía para la composición de un periódico. La retahíla de argumentos sobre la necesidad de crear un nuevo tipo de letra convenció a la comisión de trabajo constituida ex profeso para este efecto, de modo que Morison pudo comenzar de inmediato con la labor del diseño.
Fig. 2. Portada de The Times y fragmento compuesto con la nueva fuente para composición Monotype. Biblioteca de la Universidad de Cambridge
El fruto de este trabajo es bien conocido, esto es, el diseño originario denominado Times Old Style que Morison creó a principios de 1931. En abril del mismo año la casa Monotype talló el primer cuerpo, de 9 punto. Durante el siguiente año y medio se dedicaron a la corrección de la nueva escritura. En muchos ensayos, que conjugaban aspectos técnicos de la impresión y de la calidad del papel, se estableció el ojo definitivo de la serie estándar, que se completó con las variantes cursiva, seminegra y negrita. En el fin de semana del 1 al 3 de octubre de 1932 se perfeccionó el cambio tipográfico en The Times y la Times New Roman sustituyó a las antiguas didonas de 1909 (figura 5).
Fig. 3 y 4. Portada del suplemento de The Times dedicado a la tipografía de octubre de 1929. Memorándum de Stanley Morison para proyectar una nueva tipografía para periódicos. Biblioteca de la Universidad de Cambridge
La Times New Roman supuso una contribución extraordinaria y única a la creación tipográfica aplicada a los periódicos, de la que fueron protagonistas el diario The Times, Stanley Morison y la Monotype. Este nuevo tipo destaca frente al estilo tradicional didona por su mayor ojo medio y por su factura algo mas estrecha. El desplazamiento diagonal del peso en los caracteres redondos le otorga una apariencia global mas suave. Las formas individuales y el aspecto general son más cerrados que en la tipografía anterior en la que, de acuerdo con el principio clasista, los elementos largos y finos se descomponen ópticamente. A pesar de su apariencia dócil, la Times New Roman ofrece una imagen suya precisa y atractiva gracias a sus afilados remates. Además este tipo resulta más claro y legible que su predecesora.
Entretanto la Times New Roman se ha convertido en el tipo de más éxito de nuestro tiempo. Se encuentra disponible en todos los sistemas de composición y se emplea en la totalidad de los campos de aplicación de la composición de titulares y texto.
Los tipos Scotch, Century e Ionic representan los tipos más usuales en relación con los periódicas. La Scotch no constituye una letra de periódico. Aquí se muestra como ejemplo representativo de los tipos de romana moderna utilizados como letras de periódicos hasta bien entrada el siglo XX. Como primera letra de periódico propiamente dicha, la Ionic tuvo un enorme éxito. Su apariencia global es robusta y por su elevado ojo medio, muy abierta. Por esa razón fue capaz de soportar mejor el rápido vaivén y las presiones cambiantes propias de la prensa rotativa que los quebradizos caracteres de la romana moderna. La Ionic se convirtió en un patrón magnífico para el diseño de posteriores tipos.
Vemos aquí la Textype y la Ideal News (conocida como Press a en Alemania), ambas forjadas en Estados Unidos y la Rundfunk-Antiqua, que aparecieron en el mercado al mismo tiempo a finales de la década de los años veinte del siglo pasado. Mientras que la Textype y la Ideal News beben sin duda de la fuente de la Ionic, la Rundfunk-Antiqua conserva los rasgos estilísticos de los tipos clasicistas (figura 6).
Nada se sabe sobre la acogida recibida por la Textype en Estados Unidos. Contrastada con la Ionic, su prosa es mucho mas angosta, lo que comporta que las letras de su alfabeto de minúsculas sean relativamente pequeñas. La experiencia acumulada por Linotype con sus dos anteriores caracteres de texto de periódico podrían haber inducido a la empresa a publicar un nuevo tipo para la impresión de la prensa, La Excelsior tan solo dos años mas tarde. En él se introdujeron correcciones a la prosa y al tamaño del ojo. Así, la separación entre las letras se sitúa exactamente entre la de La Ionic y la de la Textype. La Excelsior fue aceptada en todas partes e incluso hoy día es la letra de uso más difundido para textos de periódico.
Animada por el éxito de La Excelsior, en 1935 la Linotype forjó dos nuevos tipos de texto para periódico: Opticon y Paragon. En realidad no representaban dos diseños nuevos, sino más bien variantes complementarlas de la Excelsior, que diferían de esta última solamente en su distinto grosor de ojo. Ese mismo año la Intertype también lanzo al mercado una letra de texto de periódico, la Regal. Este tipo presenta solo diferencias mínimas respecto a la Ionic de Linotype. Ya en aquel tiempo la Intertype copiaba letras de éxito de otros fabricantes. El 1 de octubre de 1932 apareció la Times New Roman por primera vez en el diario londinense The Times. Aquella nueva creación se difundió hasta llegar a ser en nuestros días el tipo más empleado en la impresión periodística y general.
Los cuatro caracteres de texto estadounidenses mencionados aquí son variantes de la Ionic. A excepción de la Times, durante los años de la preguerra no surgió ni en Estados Unidos ni en Europa continental ninguna novedad. En dicho periodo seguían reinando los tipos de la romana moderna y la Excelsior y sus variantes, que tan bien se habían asentado. A este estancamiento de la creación tipográfica de finales de los treinta sin duda contribuyó la inminente Segunda Guerra Mundial. Así, por ejemplo, durante esos años muy pocas fundiciones alemanas estuvieron preparadas para producir nuevos tipos, y estos, en su caso, eran sobre todo para titulares y trabajos de remendería.
Se suspendió la fabricación de caracteres de texto de periódicos durante La Segunda Guerra Mundlal. Se llegó a tallar un único tipo, la Corona (figura 7) en 1941, durante este difícil periodo. AI tiempo que en Estados Unidos la producción no llegó a la parálisis completa, los años del conflicto bélico y los de la posguerra así como la reconstrucción hasta 1953 perpetuaron su paralización total en toda Europa. Al observar el diseño general de los caracteres se constata que los tres tipos estadounidenses, la Corona, la Primer y la Majestic en su conjunto están basadas en el tipo de la Ionic, pese a las notables diferencias con respecto al modelo histórico de 1924:
– la Corona posee un gran ojo medio en sus minúsculas, y en su aspecto general se nos antoja por e]lo relativamente estrecha;
– por su mayor modulación contrastiva del trazo, la Primer tiene un efecto muy clásico;
– mientras que la Majestic supone más bien un retroceso hacia el tradicionalismo de las formas tipográficas propias de los años veinte y principios de los treinta.
Los años de la reconstrucción significaron para Europa una reflexión sobre el pasado, también en el ámbito de La tipografía. Esta oportuna posibilidad de renovación se plasmó en una reacción impetuosa en la creación tipográfica. Influidas por el excelente ejemplo de la Times New Roman, por otra parte, por el deseo de sustituir los ya insuficientes tipos clasicistas de los periódicos, se forjaron en 1954 la Jubilee y en 1958 la Aster, dos nuevas letras que no guardaban ya ninguna semejanza con la Ionic americana ni con la tradición clasicista. En su novedad, la Jubilee se asienta sin duda sobre fuentes formales renacentistas, al tiempo que la Aster, que se concibió como tipo para libros y periódicos, debió de usar como patrón formas tipográficas más bien barrocas. La Imperial americana no supuso una respuesta adecuada a las aspiraciones renovadoras europeas, pues su imagen global contiene detalles formales extraídos de otros caracteres de texto contemporáneos.
El corte ocasionado por la Segunda Guerra Mundial y los años de la posguerra en la producción tipográfica y en el diseño de caracteres aún tuvo otros efectos en los años sesenta. La producción de estos caracteres se desplazó cada vez mas de Estados Unidos a Europa. De los diez tipos creados en aquella década, solo tres provienen de fabricantes estadounidenses: Aurora, Windsor y Star News. Es interesante observar que la Mergenthaler Linotype de Nueva York cedió su posición de liderazgo que había ejercido durante casi cuarenta años en este campo de creación, a otras empresas y durante este período La Aurora fue la única letra originada en sus talleres. Parece atinada la suposición de que la empresa resultó demasiado conservadora en su concepción creativa y poco acorde con el afán de renovación imperante en Europa.
El diseño de los caracteres de texto para periódicos de los años sesenta se pueden tildar grosso modo de tradicional. Los tipos americanos Aurora, Windsor y Star News no ofrecen nada nuevo en su diseño. Esto se puede aplicar a las europeas Berlín, Victorla y Matro News, que se fundamentan, en líneas generales, sobre el diseño clásico de La Ionic.
Frente a lo anterior encontramos las letras Life, Concorde y Linotype Modern como innovaciones en la oferta tipográfica de aquellos años. La liberación en el diseño creativo de los caracteres de periódico, preconizada ya en 1954 con la Jubilee, cristalizaba cada vez mas. El lenguaje Clarendon-Ionic, antiguo y de sobra probado, fue relevado por una amalgama de elementos formales del Renacimiento del Barroco y de la romana moderna.
Otra circunstancia importante que brindó un nuevo impulso a este desarrollo fue la transición en el plano mundial de la composición e impresión de libros convencional en plomo a la fotocomposición y la impresión ófset. La invención de nuevos sistemas de composición, el nacimiento de nuevas empresas de creación tipográfica, la innovación tecnológica de reproducción, las revueltas del 68, etc., forjaron un nuevo espíritu y alentaron la experimentación en todos los ámbitos de la sociedad. Solo a través del conocimiento de este macro contexto es posible comprender su influencia sobre el diseño tipográfico de los caracteres de periódicos.
Entre 1960 y 1987 se crearon diez nuevos tipos para periódicos, una cantidad que no supera en exceso la producción de los años sesenta. Quizá esto tenga que ver con la creciente predilección por crear caracteres de texto que pudieran emplearse tanto en la impresión de periódicos como en muchos otros campos de aplicación tipográfica. Así hoy encontramos junto a las letras creadas ex profeso para periódicos un gran numero de tipos que fueron concebidos para periódicos, libros y para la composición de textos en general. Algunos ejemplos típicos son: Aster, Candida, Demos, Melior y Medla. En algunos casos los diarios también empleaban tipos sin remates como la Helvetica o la Univers.
Esta tendencia del uso universal de una escritura obedece entre otras a consideraciones económicas y no solamente a los avances en las técnicas de composición e impresión. Gracias a la fotocomposición y a la composición electrónica, así como a la impresión ófset, ha sido posible reproducir mucho mejor las cualidades graficas y ópticas de una letra. En periodos anteriores los finos filetes y los remates finales de una letra sufrían los estragos de la reproducción estereotípica y de la veloz e irregular impresión rotativa. Por esta razón la utilización de una romana moderna no resultaba demasiado indicada y la Times New Roman tampoco resultó óptima para la impresión rotativa de periódicos. En la impresión ófset también podemos encontrar una calidad de reproducción mermada si en la exposición del tipo o en su reproducción fotomecánica sobre la plancha de ófset no se procede con suficiente meticulosidad.
Los diez tipos que componen este grupo se distinguen por su marcada individualidad. Frente a la Down News, que debe sin duda de la fuente de la Ionic, la Selene y las Edison y Swift emanan de un diseño innovador y original. Los tipos Selene y Edison destacan en especial por sus formas abiertas y “angulares” en sus letras de caja baja. Por su aspecto global, la Nimrod y La Clarion nos traen a la memoria los tipos clasicistas. La Times Europa tiene un efecto muy suyo por su apariencia general robusta pero plena de contrastes; además, su ojo medio relativamente corto llama la atención. La Olymplan, la Rotation y la News Plantin conservan numerosos rasgos estilísticos de la romana antigua (figura 8).
La evolución de los estilos tipográficos históricos acaba a finales del siglo XIX. Cada familia estilística (romana, egipcia, romana moderna didona], etc.) posee en sus letras una serie de propiedades formales que permiten encuadrar cualquier alfabeto dentro de una de ellas. Dichas características formales no solo determinan el estilo de una letra, sino que influyen sobre su legibilidad, precisión gráfica, calidad y elegancia. Al tiempo que casi todos los caracteres de impresión desde los inicios hasta finales del siglo XIX se podían encasillar como pertenecientes a un estilo determinado, el panorama se torna muy diferente en el caso de los caracteres contemporáneos. Cada vez vemos mas mezclas de estilos, es decir, que una letra romana moderna, por ejemplo, integra rasgos estilísticos de la romana antigua.