¿Cuál es la relación entre la creación de signos, ideas, representaciones e imágenes que tienen lugar en una sociedad en un momento histórico determinado y los modos en que ésta vive, se reproduce o transforma? La mera formulación de esta pregunta da algo por sentado: tal relación existe, o, dicho de otro modo, lo que en términos generales podríamos llamar producción simbólica en una sociedad no es independiente de los modos en que ella reproduce su vida material y garantiza la supervivencia de sus miembros.
Simplificando un poco la cuestión, podríamos decir que la Filosofía primero y el pensamiento histórico-social después, tendieron a concebir esa relación, es decir, esa no-independencia, de dos modos básicos: el del «idealismo» y el del «materialismo». Como paradigma de éste último suele ser citada la famosa frase de Marx: «no es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino su ser social el que determina su conciencia», frase que postulaba no únicamente la existencia de una «relación» entre producción simbólica y reproducción material de la vida de una sociedad, sino la determinación de la primera por la segunda, y que pasó a la posteridad como código maestro del marxismo en tanto «inversión del idealismo».
En las versiones más vulgares de esta «inversión materialista» de la relación entre ser y conciencia —que luego sería retraducida en la metáfora arquitectónica de la base económica y la superestructura jurídica, política e ideológica—, el arte -al igual que la religión, las ideas políticas y las leyes vigentes en una sociedad en un momento histórico determinado- fue comprendido como un reflejo inmediato de lo que sucedía en el nivel fundamental de la economía, no sólo en el sentido de que se descontaba su funcionalidad en relación a los intereses económicos de las clases sociales claves en cada tipo de sociedad (burguesía/proletariado), sino también por cuanto resultaba inimaginable una transformación en el campo del arte que no estuviera precedida por una transformación más fundamental de la «base».
Escapando a este tipo de reduccionismo que no sólo negaba toda especificidad del arte sino que además identificaba al gesto crítico en tanto tal con una mera «inversión» de los modelos de práctica y pensamiento heredados, pero persistiendo simultáneamente en las preguntas que formulábamos más arriba y profundizándolas en un sentido crítico, se delinea el espacio de reflexión sobre el arte y la ideología que intentaron abrir y sostener -manteniendo un estrecho contacto con las producciones y «novedades» de su época- pensadores como Georg Lukacs, Walter Benjamin y Theodor Adorno. Sobre sus planteos proponemos volver en momentos en que nuevos cambios exigen una agudización de la imaginación crítica en pos de su comprensión, y por qué no, de su transmutación en el sentido de la realización de lo que Adorno llamaba «la promesa incumplida de paz».
El diagnóstico de la «muerte» de las ideologías (como categoría política) con la caída del muro de Berlín. Los diagnósticos de la caducidad del concepto de ideología como derivado del esquematismo base-superestructura o como categoría asociada a la noción de «falsa conciencia». El correlativo énfasis en la performatividad del discurso estético y la renovada atención de las ciencias sociales en las prácticas artísticas como configuradoras de identidades.
Georg Lukàcs, Walter Benjamin y Theodor Adorno: teóricos del arte y de la ideología en tiempos de oscuridad. La crítica del liberalismo y del economicismo como propiciatorias de una reflexión sobre el arte en tanto fenómeno, a la vez, socialmente determinado y específico. El diagnóstico inicial de la Dialéctica de la Ilustración y la singularidad del enfoque de la «Escuela de Frankfurt» frente a la crisis del «progreso». Presente de decadencia, presente de transición y crítica del presente cosificado. La herencia de Lukàcs.
—El fenómeno de la cosificación en Historia y conciencia de clases. Las antinomias de la filosofía crítica (forma racional/contenido irracional, producido/improducido, ser/deber ser) como expresión de la conciencia cosificada.
—La indiferencia de la forma y su relación con la abstracción mercantil. Contraste con el principio del arte. K. Marx: el fetichismo de la mercancía y su secreto. La forma mercancía: abstracción y equivalencia.
Lukàcs, G., «La cosificación y la conciencia del proletariado», en Historia y conciencia de clase, Madrid, Orbis, 1985.
Marx, K., El capital (varias ediciones), Cap. 1 («La mercancía»), sección «El carácter fetichista de la mercancía y su secreto».
—El arte como crítica de la ideología en el planteo de Lukàcs: la función desfetichizadora del arte y el reencuentro del sujeto perdido en el estado de cosificación.
—Contraste con el planteo de Benjamin sobre las potencialidades disruptivas del arte en la época de la reproductibilidad técnica y la pérdida del «aura»: el cine de vanguardia como interrupción de la conciencia subjetiva dominante.
—El debate sobre el arte como prisma de una diversidad de énfasis en la concepción de lo ideológico: ¿enajenación o constitución subjetiva? Discontinuidades de los planteos de Benjamin y Adorno en relación al humanismo de Lukàcs. El debate realismo-vanguardias. Naturalismo y formalismo. Narración y descripción como operaciones «ideológicas».
Lukacs, G., «La misión desfetichizadora del arte», en Estética – vol 2 «Problemas de la Mímesis», Barcelona, Grijalbo, 1966.
Lukacs, G., «¿Narrar o describir? A propósito de la discusión sobre naturalismo y formalismo» en Problemas del Realismo, México D. F., FCE, 1966.
Benjamin, W., «La obra de arte en la época de su reproducción técnica», en Discursos Interrumpidos, Bs. As., Taurus, 1989.
Benjamin, W., «El Surrealismo. La última instantánea de la inteligencia europea» en Imaginación y sociedad. Iluminaciones I, Madrid, Taurus, 1980.
Benjamin, W., «Convoluto N de la Obra de los pasajes» en La dialéctica en suspenso, ARCIS/LOM, 2000.
Adorno, T. y Horkheimer, M., «El concepto de ilustración», en Dialéctica de la Ilustración, Madrid, Trotta, 1994.
—El «arte» como ideología en la sociedad de masas y la frágil posibilidad de la autonomía. Capitalismo e industria cultural: la verdad y la falsedad anunciada por la obra producida por la industria, según Adorno y Horkheimer.
—Adorno: el arte autónomo como negatividad, la autonomía estética y la obra como «productos anti-sociales de la sociedad». Compromiso político y autonomía del arte.
—Del Modernismo al Postmodernismo. Jameson: El «giro cultural» en el capitalismo tardío: «arte económico» y «economía estética».
Adorno, T. y Horkheimer, M., «La industria cultural. Ilustración como engaño de masas», en Dialéctica de la Ilustración, Madrid, Trotta, 1994.
Jameson, F., «¿»Fin del arte» o «fin de la Historia»?» y «Transformaciones de la imagen en la postmodernidad», en El giro cultural, Bs. As., Manantial, 1999.
Adorno, T., «Arte. Sociedad. Estética», «Sujeto-Objeto», «Para una teoría de la obra de arte», «Lo universal y lo particular» y «Sociedad», en Teoría Estética, Barcelona, Orbis, 1983.
Adorno, T., «Compromiso» (polémica con J. P. Sartre), en Notas sobre la Literatura (Monte Avila).
Benjamin, W., «París, Capital del siglo XIX» y «Sobre algunos temas en Baudelaire», en Poesía y Capitalismo, Taurus).
Benjamin, W., «Sobre el concepto de historia» y «Apuntes sobre el concepto de historia» en La dialéctica en suspenso, ARCIS/LOM, 2000.
Benjamin, W. (1987), «Porcelana china» y «Guantes», en Dirección única, Madrid, Alfaguara, 1987.
Grüner, E., Los sitios de la mirada, Bs. As., Norma, 2001.
Grüner, E., «La servilleta de Picasso y la sabiduría de Asdrúbal», en Revista El ojo mocho, Nº 12/13, Bs. As., primavera de 1998.
Lukacs, G.,»El alma y las formas», en Teoría de la Novela / El Alma y las Formas, México D. F., Grijalbo, 1970.
Lukacs, G., «Introducción»,»Polémica entre Balzac y Stendhal», «Para el centenario de Zola», «Tolstoi y la evolución del realismo» y «Dostoievsky», en Ensayos sobre el realismo, Bs. As., Ediciones Siglo XX.Marcuse, H.: El hombre unidimensional, México D. F.,Editorial Joaquin Mortiz, 1969.
—Introducción: los conceptos de ideología y arte en la escena contemporánea. Su imbricación en el planteo de los «heterodoxos» marxistas occidentales. Contexto de la crítica de la razón emprendida por la «Teoría crítica».
—La impronta de Historia y conciencia de clase en los pensadores de Frankfurt. El diagnóstico de la cosificación. La cosificación de la conciencia y el pensamiento antinómico (Lukàcs). La forma mercancía y el problema de la abstracción (Marx).
—La concepción lukacsiana del arte crítico. La cosificación como deshumanización y la ideología como enajenación.
—La potencialidad crítica del arte técnicamente más avanzado según Benjamin y su lectura del Surrealismo. El sujeto y su historia puestos en cuestión: la crítica del «dominio de la intención» y de la épica. El método materialista según Benjamin: desfiguración y montaje.
—Adorno y Horkheimer: El replanteo de lo ideológico a partir de la genealogía del sujeto propuesta en «El concepto de ilustración». Las nuevas formas de la ideología en la sociedad de masas. La industria cultural y la cultura afirmativa. Contraste con las exigencias del arte autónomo en la conceptualización de Adorno.
—El giro cultural. Ideología y Postmodernidad en el planteo de Frederic Jameson. El problema de la autonomía y la politicidad del arte.