Actualmente, la compra y venta de departamentos ocurre antes o durante la construcción del edificio. Quienes dirigen el emprendimiento desarrollan, como herramienta de venta, un nombre y una imagen visual, compuesta por un logo, una serie de renders arquitectónicos y una página web; junto con avisos publicitarios y folletos con “promesas de una vida llena de felicidad y de éxito” y diversos sentimientos positivos. La imagen incide en gran medida en el acto de compra ya que es la única referencia visual sobre cómo será el edificio.
El objeto de este trabajo es analizar cómo se inserta la práctica del diseño gráfico en las prácticas del sector inmobiliario (inmobiliarias, constructoras y desarrolladoras). Se analizará en qué medida el nombre y la imagen visual se relaciona con el edificio y con sus futuros habitantes. En una segunda instancia, se analizará si quienes, finalmente, compran el departamento como vivienda, se identifican con la marca y su significado —y los atributos que transmite—, los cuales son determinados por los enunciatarios.
Este texto corresponde a la síntesis del Trabajo Final Integrador realizado para la obtención del título de Especialista en Diseño Comunicacional.