Los museos y centro interactivos y participativos se conciben como lugares facilitadores de conocimientos y saberes a receptores generalmente no especialistas. En el presente trabajo reflexionaremos sobre la vinculación de conocimiento científico tecnológico y público lego en dos espacios que responden a estas características: el Museo de Ciencia Prohibido No Tocar y el Centro Cultural de la Ciencia, ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En estos entornos el diseño cumple un rol activo que suele naturalizarse a través de la idea del “diseño como mediador”. Frente a esta postura proponemos indagar sobre ¿qué caracteriza a la disciplina que la posiciona en el lugar de intermediario? A los fines de reflexionar sobre el “hacer del diseño” en este contexto, consideramos necesario aportar a las siguientes preguntas que posicionan al diseño sobre su propio campo disciplinar: en especial, nos interesaremos por interrogar los procesos y capacidades argumentativas que ofrece el diseño.
Estas situaciones están ligadas con el sentido social del diseñador y sus producciones y el lugar que ocupa el usuario en este entramado. Entendiendo al proceso de diseño como acción orientada que atraviesa otras disciplinas (Cross, 1982) para llegar a lo particular y singular (Alexander, 1971), argumentando diversos escenarios (Buchanan, 1992) centrándose en las necesidades e intereses de los usuarios (Norman, 2010). De este modo, proponemos revisar estos conceptos a partir del enfoque del «diseño y la cultura proyectual».
Este texto corresponde a la síntesis del Trabajo Final Integrador realizado para la obtención del título de Especialista en Diseño Comunicacional.