Un mock-documentary es toda aquella representación audiovisual de carácter ficcional que, emulando los códigos y convenciones del cine documental, contribuye a poner en cuestión la indicialidad de la imagen, la sensación de realismo y el aire de sobriedad de esta forma de representar el mundo social e histórico. Este tipo de documental, ejerce una reflexividad sobre el género, ya sea de manera intencional o latente y demuestra como el estilo documental es una construcción cultural con carácter convencional a pesar de su pretensión de ser el fiel reflejo la realidad. De igual forma, este tipo de lenguaje es un ejercicio deconstructivo que pone en evidencia cómo un código o convención puede falsearse y presentarse como verdadero: en estas simulaciones y falsificaciones de lo verídico se pone en juego la autoridad del enunciador, su poder como fuente de conocimiento y su compromiso ético con el espectador.
El mock-documentary apunta a hacer desestabilizar los cimientos en los que reposa el estatus de privilegio del cine documental, su postura asertiva frente al mundo histórico y su “supuesta” representación de una realidad no mediada (o por lo menos, mínimamente mediada). De este modo, mock-documentary pone a prueba las relaciones entre imagen y referente, entre enunciador y enunciatario, entre la realidad y la ficción.
Este texto corresponde a la síntesis del Trabajo Final Integrador realizado para la obtención del título de Especialista en Diseño Comunicacional.