La letra es un artefacto de comunicación (Manzini) que asume una contingencia formal que le otorga independencia física respecto de la oralidad y, por tanto, del tiempo y del espacio. La letra es una forma definida culturalmente (Flusser) que se ve afectada por el imaginario visual de cada época pero que debe mantener, a su vez, una fidelidad estructural que le garantice su naturaleza de código. Como la letra es parte de un sistema que requiere de un aprendizaje formal dirigido, este trabajo se propone observar la manera en que se presenta la forma de la letra en este proceso. En particular, interesa observar su doble actuación formal: escritura manual para la transferencia del modelo (escritura) y letra impresa para el proceso de decodificación (lectura) del material didáctico.
En este último caso, se señala su vinculación con el diseño de tipografías específicas para esta actividad. Para ello, se analizan las publicaciones de enseñanza de lecto-aprendizaje, editadas para la escuela primaria en Argentina, entre 1980 y 1990. Durante este período tuvo lugar la reunión del Congreso Pedagógico Nacional y la sanción de la Ley de Educación Superior así como el egreso de los primeros profesionales de la carrera de Diseño gráfico en la Universidad de Buenos Aires, hechos que —aunque parezcan desconectados— aportan y definen el campo de estudio del presente trabajo.
Este texto corresponde a la síntesis del Trabajo Final Integrador realizado para la obtención del título de Especialista en Diseño Comunicacional.