El presente trabajo pretende evidenciar el rol que desempeña el diseñador gráfico en la producción social discursiva analizando dicho desempeño en dos escenarios planteados: el escenario comercial y el escenario con compromiso social.
En los últimos años el diseño gráfico ha tenido una creciente participación en la escena social. La proliferación de su accionar viene de la mano de la acelerada carrera consumista encriptada en el actual modelo económico capitalista y su juego de oferta y demanda. Los productos consumidos envejecen velozmente y el sistema ofrece rápidamente la actualización de lo obsoleto con el único motivo de responder a la necesidad de venta y de consumo del sistema capitalista. La imperiosa necesidad de los comitentes de diferenciar sus productos del de sus competidores, de vender más para generar mayores ganancias, habitualmente operando con tiempos muy reducidos, provoca un cambio que reduce significativamente los tiempos necesarios para el desarrollo de cada etapa del proceso metodológico de diseño. Como verdadero solucionador de problemas de comunicación visual, el desempeño del diseñador gráfico requiere el transitar por diferentes etapas esenciales para la elaboración de un mensaje gráfico visual (metodología del diseño), que las exigencias del mercado de hoy ponen en crisis y muchas veces imposibilitan su cumplimiento, relegando así al diseño gráfico a una actividad estilística carente de todo contenido conceptual y por ende comunicacional.
Esta problemática afecta principalmente al diseño gráfico comercial. Denominaremos de esta manera al diseño gráfico que opera en el ámbito netamente comercial, que tiene como finalidad principal o única el fomentar la venta de un servicio o un producto. Este se desarrolla operacionalmente bajo las condiciones de trabajo que impone el mercado, con condicionantes mayoritariamente impuestos por el marketing que reducen como ya dijimos el tiempo necesario para el desarrollo de un proyecto de diseño, afectando principalmente las etapas no visibles del proceso (investigación, análisis, conceptualización) al punto de, en muchos casos, eliminarlas respondiendo a un problema de diseño solamente desde la génesis de signos visuales estéticamente pertinentes.
Estas condiciones son las que nos ocupan. A partir de ellas es que podemos formular nuestra hipótesis que dice que «El mercado actúa como un condicionante que distorsiona el rol del diseñador gráfico. Limita la libertad, la imaginación y la amplitud de miradas posibles, pudiendo convertir al diseñador en un técnico que practica a menudo una actividad trivial, acrítica, superflua e irrelevante». Analizaremos la mecánica operativa en la elaboración de mensajes visuales, en el ámbito comercial del diseño gráfico y la confrontaremos con otra de sus áreas, la del diseño gráfico con compromiso social que, en principio, pareciera que carece de dicho problema, por no estar supeditado a los requerimientos que actúan en el ámbito de mercado. Denominaremos de esta manera al diseño gráfico como una disciplina cuya finalidad es proyectar a la sociedad valores bajo ciertas condiciones de demanda que no focalizan en lo comercial ni pretenden incrementar ventas sino propagar ideas.
Principalmente este texto procura enriquecer la noción de diseño gráfico como disciplina mostrando que su accionar no se encuentra únicamente vinculado a los requerimientos del mercado de consumo.
Este texto corresponde a la síntesis del Trabajo Final Integrador realizado para la obtención del título de Especialista en Diseño Comunicacional.