La autora, Paula Croci, encuentra en el cine de Daniel Burman la vivencia de la experiencia moderna: la diáspora global que comenzó en los años 80, Europa como la tierra prometida para los desencantados locales, el legado del liberalismo menemista como inspirador de formas alternativas de supervivencia, los resabios todavía activos de la dictadura, y la convivencia de lo arcaico y lo moderno en la vida familiar y en los negocios.
Paula Croci, El abrazo partido, Editorial Picnic, 2011
El filme transcurre en una galería comercial del barrio del Once, un espacio intersticial dislocado del sistema socioeconómico subsidiario del neoliberalismo imperante por lo que adquiere potencia de comunidad resistente. Hay marginación, hay pluralidad étnica, social y cultural, hay desnaturalización de los vínculos, hasta existe cierta promiscuidad familiar, pero con todo, conforma un espacio de seguridad, de orden comunitario, heterogéneo en oposición al afuera homogéneo y amenazante. Ser polaco, ser judío, ser chino o coreano, italiano o lituano en un recóndito espacio de Buenos Aires es una forma de vivir sin conflicto la diáspora étnica global de las últimas décadas.
Costumbres y modelos familiares adulterados, la galería comercial implantada en el centro de una serie de espacios que configuran una red de contención, es como un gueto voluntario resistente al neoliberalismo. Concentración de la diáspora donde todos pueden ser desplazados, reasignados y hacinados en cualquier punto del planeta. Todos son judíos, todos son exiliados, todos son inmigrantes agonizando por las fuerzas históricas de un pasado común.
La coordinación editorial está a cargo Aldo Paparella (director de cine), Daniela Fiorini (profesora del seminario Historia de la Semiología, de la maestría diCom), y Paula Socolovsky (diseñadora gráfica, maestranda del diCom). Los libros de Picnic se pueden encontrar en la Biblioteca del diCom, en la oficina del cuarto piso. Más información en: Colección Nuevo Cine Argentino.