Durante los últimos veinte años se han producido cambios notables en la práctica del diseño: sus contextos de acción se han ampliado y los problemas que abordan los diseñadores abarcan desafíos más complejos, en los que múltiples puntos de vista son válidos y necesarios. Esto ha conducido a que, en diversas especialidades de diseño contemporáneas, los diseñadores involucren cada vez más en los procesos de diseño a las personas que van a ser afectadas por las soluciones. En este nuevo campo expandido, el enfoque del diseño participativo —práctica que tiene sus orígenes en las décadas de los sesenta y setenta, en la cual diseñadores y futuros usuarios trabajan conjuntamente en el desarrollo de las soluciones— ha adquirido un protagonismo especial. El interés de los diseñadores por involucrar activamente a los futuros usuarios y a otros actores relevantes en el proceso de diseño supone una aproximación diferente a la del modelo tradicional del diseño y plantea diferencias respecto a la manera como se concibe tradicionalmente la disciplina, tanto en sus aspectos metodológicos como con relación a la figura del diseñador. La representación del diseñador como “autor” original y creativo ya no coincide con los complejos procesos y tipos de problemas que los diseñadores del siglo XXI abarcan.
Con este proyecto buscamos ofrecer algunas reflexiones que contribuyan a comprender mejor el rol, las habilidades y las contribuciones específicas que el diseño participativo demanda de los diseñadores, y, de esta manera, comprender también cómo se está redefiniendo la figura de los diseñadores en el siglo XXI. Así pues, orientamos nuestra investigación al estudio del proceso, los instrumentos (métodos, técnicas y herramientas) y los roles de usuarios y diseñadores propuestos por las metodologías de cuatro diseñadores en prácticas participativas de diferentes especialidades del diseño. Para esto, observamos las cuatro metodologías desde una perspectiva comunicacional, incorporando los conceptos de dialogismo y producción social de significado como marco de reflexión. Es así como descubrimos que la práctica participativa requiere de los diseñadores actitudes y habilidades dialógicas que les permitan abordar el diseño como un proceso basado en la interacción entre múltiples puntos de vista, que posibilite la cocreación de soluciones en sintonía con la comprensión y el sentido profundo que los usuarios atribuyen a sus experiencias cotidianas.
Este texto corresponde a la síntesis de la Tesis de Maestría realizada para la obtención del título de Magíster en Diseño Comunicacional.