De Lord Kitchener a la noción de representación en Louis Marin

En una de las reuniones semanales del Taller de Tesis, del segundo nivel de la Maestría en Diseño comunicacional – diCom, la historiadora del arte Marcela Gené, comentó el artículo de Carlo Ginzburg, Your Country Needs You. A Case Study in Political Iconography, (History Workshop Journal, Oxford University Press, Nº 52, 2001). Durante la clase, la profesora repasó la noción de representación y presentificación en Louis Marin.

Afiche diseñado por Alfred Leete (1882-1933): “Your Country Needs You”, 1914 (© British Library)

En el audio, Gené comenta que para Carlo Ginzburg “La representación de la autoridad de Lord Kitchener actuó como si fuera la autoridad misma». Y de esta forma introduce el gran problema de la representación, es decir, el tema tratado por Louis Marin (Le portrait du roi, París, Minuit, 1991) que a su vez fue trabajado por Roger Chartier en Escribir las prácticas (Buenos Aires, Manantial, 1996). En este libro, «Chartier trabaja sobre Louis Marin, Michel Foucault y Michel de Certeau, tres autores franceses, todos filósofos. Chartier traduce y explica —con una escritura maravillosa y sin perder profundidad—, los distintos trabajos de estos tres autores», apunta Gené. De todo ello, le interesa analizar cómo la representación de la autoridad en el afiche de Lord Kitchener, actuó como si fuera la autoridad misma.

Siguiendo a Marin, en el primer nivel del concepto de representación hay «algo» que está en «lugar de otra cosa» que está ausente. Esta es la primera conclusión que aborda Marin, explica Gené, al decir que la representación es la “representación de una ausencia”, es decir, la presentificación de una ausencia, de algo que no está, de una cosa que está en lugar de otra. En este sentido, comenta la historiadora, «Ginzburg refiere a la autoridad, la de un Lord Kitchener que no está, aunque está su imagen. Esa imagen actúa con toda la fuerza de la autoridad, de la misma manera que los retratos de los príncipes y de los reyes que no estaban, pero que se personificaban en la sola efigie del rey. Esta imagen valía como si fuese la presencia del rey mismo…»

Para seguir el análisis de la profesora Gené, se sugiere la lectura de Razones para historizar el diseño.