«Más allá del cambio: cuestionar el diseño en tiempos de la transformación global» es la Segunda Cumbre de Invierno de la Design Research que se celebrará el 8 y 10 de marzo de 2018 en la FHNW Academy of Art and Design de Basilea. Los discursos actuales en la investigación del diseño, el arte, los estudios culturales, los estudios de los medios de comunicación, la filosofía y las ciencias sociales han sido impactados, en cierta medida, por lo que se denominó «antropoceno». Este concepto fue acuñado en el año 2000 por el ganador del Premio Nobel, Paul Crutzen para referir al cambio ambiental: si bien, hubo cambios significativos producidos en la Tierra como consecuencia de la Revolución Industrial, el antropoceno fue el más radical y se inició hace 8000 años con la aparición de la agricultura.
En la actualidad, es evidente el impacto negativo de las políticas y tecnologías antropocénicas en nuestro planeta y en los términos y condiciones de la supervivencia de la humanidad. Como salida quedan la catástrofe y la crisis, coyunturas frente a la que los diseñadores deben posicionarse como agentes de la cultura material-visual para idear escenarios especulativos, construir mundos artificiales y desarrollar soluciones inteligentes. Sin embargo, la tendencia actual a considerar la crisis global como un tema mundial de diseño ha recibido muchas críticas. En este contexto, nos sentimos instados a preguntarnos: ¿Cómo puede el diseño contribuir a la conformación de una sociedad más justa y de vidas sostenibles sin obstaculizar o comprometer iniciativas de abajo hacia arriba? ¿Cómo puede fomentar el compromiso político y social más allá de los enfoques centrados en el usuario? ¿Cómo puede la práctica del diseño y la teoría influir en la manera en que se abordan los problemas sin marginar las voces de aquellos que están más afectados? ¿Cómo pueden los diseñadores intervenir en temas ambientales sin convertirlos en proyectos de diseño que valoren la estética por encima del compromiso? ¿Qué enfoques existen para diseñar la educación? ¿Qué función específica tiene el modo de investigación (de diseño): cómo puede combinarse la reflexión académica y las formas alternativas de conocimiento con el compromiso social?
El diseño como modo de transformación social y ambiental tiene una larga tradición. Hace décadas, estudiosos del diseño como Herbert Simon, Otl Aicher, Victor Papanek, Tomás Maldonado, Horst Rittel y Lucius Burckhardt enfatizaron el carácter de «lo artificial», de lo que llamamos «medio ambiente» y subrayaron el papel central del diseño en la creación de escenarios futuros y pasados. El diseño para el mundo real, de Papanek (1971) fue importante para revisar críticamente las bases occidentales del diseño modero. Varios aportes a la historia y a la teoría del diseño participativo o el diseño social (Brock, 1977; Binder et al., 2011; Manzini, 2015; Margolin, 2015; Banz, 2016) se han preocupado por determinar los efectos del diseño. Ahora es más urgente que nunca reflexionar críticamente sobre el diseño como una actividad omnipotente de resolución de problemas para el «mundo real» y discutir proyectos concretos que respondan a las actuales condiciones sociales y políticas.
Los conceptos recientes para una práctica del diseño consciente, como el «diseño de transformación» (Jonas et al., 2015, Sommer / Welzer, 2016) o el «diseño de transición» (Irwin et al., 2015) han implicado repensar la estética y la función. Además, la aparición de plataformas como «Decolonizing Design» ejemplifica los intentos de superar la marginalización de los enfoques de diseño que se originan y prosperan en el sur global. Hoy el eje está en la sustentabilidad y reciclaje, la justicia social y los modelos de diseño poscolonial. Desde esta perspectiva, vale la pena investigar proyectos de diseño (social) comprometidos políticamente con sus filosofías y contextos culturales para abordar modos de intervención más adecuados y conscientes. ¿Cómo podemos reimaginar el diseño como una práctica ilimitada, en lugar de reclamar una posición llevada al estatus de la distinción? ¿Cómo podemos ver al diseño como una «práctica situada» en vez de convertirlo en la estrategia de escape y solución de problemas del norte global? ¿Cómo podemos pensar sin caer en la idea de que la resiliencia es nuestra única esperanza?
Lo que se necesita es una comprensión nueva de la práctica del diseño y la educación que despliegue su potencial y articule diferentes actores, culturas, disciplinas, producción y conocimientos. Por un lado, se requiere el reposicionamiento del diseño como «práctica creativa» en el sentido más estricto y como un concepto de intervención extendido, independiente de la forma e interdisciplinario. Por otro lado, el diseño debe problematizar enfoques y perspectivas que son determinados por la hegemonía del norte global. Más información, en: beyondchange.ch