Teoría del diseño comunicacional I, será la primera de una serie de publicaciones que darán cuenta de las prácticas e investigaciones en desarrollo que se realizan dentro de la comunidad de nuestra maestría. El futuro libro, que se presentará durante 2011/12, es un proyecto conjunto entre la dirección y los integrantes de la carrera. El trabajo editorial, en todas sus instancias, estará a cargo de maestrandos especialistas, abocados a las tareas de coordinación, diseño, diagramación y corrección de estilo. Desde la perspectiva propuesta —y a partir de las áreas conceptuales que organizan los contenidos de la carrera (diseño y cultura proyectual, teoría y crítica cultural y lenguajes y medios)—, se encuentran en proceso de escritura una serie de textos desarrollados por especialistas en los diferentes ejes temáticos que se vinculan en la estructura curricular de la maestría.
El recorrido textual diseñado para esta publicación estará compuesto, principalmente, por los aportes de los profesores que conforman el equipo académico. Como complemento necesario, se ha decidido incorporar una serie de producciones realizadas por los maestrandos y graduados, representativas del trabajo de indagación teórica y profundización disciplinar que la maestría habilita. Entendemos que una publicación es, en sí misma, un acto de puesta en común, de apertura y de diálogo. Al mismo tiempo, es la posibilidad de proveer un testimonio, de hacer visible una trayectoria y de proporcionar una serie de herramientas que contribuyan al abordaje del diseño como campo disciplinar específico desde una perspectiva plural.
Teoría del diseño comunicacional I contará con la colaboración de los profesores Jorge La Ferla, Verónica Devalle, Eduardo Russo, Rejane Cantoni y Wolfgang Schäffner, entre otros docentes argentinos y extranjeros vinculados a diCom. A continuación, el adelanto de uno de los textos, “Ambientes inteligentes: Investigación y experimentos en cine interactivo”, de Rejane Cantoni, con su siempre provocativa manera de pensar los nuevos medios y lenguajes de la escena contemporánea.
Imagínese entrar en una sala, caminar hasta una pared y pedir información sobre la Luna. Por medio del habla, dispositivos audiovisuales y táctiles, ese sistema provee de un mapa 3D de la región, pregunta (hablando con el usuario, está claro) si el output generado es la información pedida, e interpreta los gestos del interactor en tiempo real. Este escenario es una de las posibilidades propuestas en la presente investigación. El objetivo de Ambientes Inteligentes: investigación y experimentos en cine interactivo, es el de investigar tecnologías y explorar estrategias artísticas y científicas para desarrollar nuevos modelos de interfaces digitales para el cine. La investigación vincula cuatro áreas tecnológicas: 1) realidad virtual, 2) realidad aumentada, 3) computación ubicua y 4) cine del futuro, todas ellas aplicadas a experimentaciones prototípicas.
Entre los ciber-investigadores está aceptado decir que las tecnologías digitales introducirán cambios que abarcan desde la implementación de nuevos modelos de representación y de organización del conocimiento hasta nuestra propia transformación o expansión cognitiva. Un ejemplo interesante del modo en el que esto puede suceder es el argumento elaborado por uno de los padres de la computadora personal, Alan Kay. En su texto The computer revolution hasn’t happened yet (La revolución de la computadora no ha sucedido todavía), Kay formula una serie de preguntas sobre la introducción de las interfaces de la escritura impresa que, y en esto también existe amplio consenso, transformaron considerablemente la sociedad oral.
Las preguntas de Kay son: ¿Cuándo sucedió realmente la revolución de la escritura impresa? ¿Fue a mediados del siglo XV, cuando Gutenberg realizó su Biblia de 42 líneas y demostró 20 copias que tenían la apariencia de un libro escrito a mano en la feria de libros de Nüremberg? ¿O fue en el siglo XVI, cuando Martín Lutero y William Tyndale realizaron la traducción de la Biblia al inglés y al alemán, dando así inicio a La Reforma? (para quien no recuerda Tyndale, podemos decir que fue estrangulado y quemado por esta tarea). ¿O fue durante el siglo XVII, cuando nuevos estilos de argumentación y formas de pensar el mundo comenzaron a ser escritos y leídos?
Son preguntas difíciles de responder pero Alan Kay prefiere la hipótesis del siglo XVII. De acuerdo al autor, nuevas formas de pensar el mundo fueron introducidas por la tecnología de la prensa, no por medio de la propagación de la Biblia o de lo que Aristóteles pudo haber dicho en el pasado. Para Kay, el impacto de esa tecnología realmente tuvo lugar gracias a que sus usuarios pudieron, a partir de ella, elaborar hipótesis e inferencias que solamente podrían haber sido construidas por medio de una cadena determinada de pensamientos, que no podría haber sido elaborada oralmente, que necesitaba ser escrita y reproducida para la transmisión y el estudio. Vale recordar que mucho de lo que consideramos producto del arte, ciencia y tecnología actuales, derivan del siglo XVII.
En síntesis, lo que la exótica propuesta de Kay sugiere es que la invención de una tecnología no coincide con las innovaciones producidas por ella. El argumento del autor es: la imprenta fue creada doscientos años antes de que la literalidad fuera un valor para la sociedad. Lo mismo parece suceder con la computadora y con el cine.